Como el crac decisivo para los victorias de un equipo de fútbol, Don Jesús Villota Molina es un sobrino esencial, culpable de la mayoría de buenos momentos que se viven en esta peña.
Echándose a la espalda la organización de los previos, ya sea con o sin carnet de conducir, haciendo uso de su afamada facilidad para embolar. Cocinando deliciosos y selectos manjares, teniendo que aguntar a veces la guasa cuando tarda el arroz. Gritando en la grada de Gol Sur, al árbitro, al linier, al entrenador. Siempre queriendo hacer más... alquilar un local, hacer más camisetas, más tickets de la cesta de Navidad, más metros de pancarta y, si es posible, "con un diseño rompedor, hermano".
Pero ahora Jesús ya no está en Sevilla. Se ha marchado a Nueva Zelanda; más lejos es complicado, la verdad. Ya los previos no serán lo mismo (¿cuándo volveremos a tener un previo temático?), ni se oirán los gritos en Gol Sur, ni los comentarios exigiendo hacer más cosas para la peña.
Y, además, parece que va para rato. Nos alegramos por tí, pero es triste para nosotros. Porque has dejado un vacío rompedor, hermano.